lunes, 24 de agosto de 2009

El desafío que nos deja el asesinato de otro joven mapuche

Escribe: Mirna Concha





Hoy estamos todos conmovidos por el asesinato de otro joven mapuche. Y por cierto debiéramos estarlo, pues jamás perderemos la capacidad de asombro ante tal barbarie. Sin embargo, el pueblo mapuche existe los 365 días del año y mucho más allá de lo que los medios de comunicación han posicionado. Es que la otra cara de la moneda, su cultura, sus tradiciones, su religiosidad....no vende, no es noticia.

Uno puede estar de acuerdo o no con la forma en que el gobierno ha implementado sus políticas públicas orientadas al desarrollo integral del mundo indígena y en particular al mapuche. Sin embargo, no podemos negar que el año 89 la presión social de las organizaciones llevó a la incipiente democracia a hacerse cargo del tema, a por fin visibilizar a un pueblo después de 16 años de una dictadura que los fragmentó hasta prácticamente exterminarlos. Hacerse cargo, como todo lo que uno asume, conlleva resultados y consecuencias positivas y otras no tanto.

Y claro, ante la ignorancia completa de nuestra sociedad, Sebastián Piñera pretende repetir esa historia. En efecto, lo declaró en El Mercurio hace algunas semanas, donde precisó que su primer proyecto de ley -si llega a La Moneda- será eliminar la "especificidad" de la política pública para que los indígenas sean simplemente tratados como pobres. También ha dicho, y lo reiteró en una reciente visita a La Araucanía, que eliminara los programas de desarrollo integral que se han venido implementando, el Ministerio de Planificación Social (MIDEPLAN) y reducirá a su mínima expresión a la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), conquista de los pueblos indígenas.

¿Es eso lo que Chile quiere? El tema es que nuestra sociedad desconoce totalmente el tema y solo se preocupa cuando los medios de comunicación lo llevan a las primeras planas. Y habitualmente no es por temas positivos.

Ojala que Chile no olvide la muerte de este tercer joven mapuche. Ojala que como sociedad reflexionemos para saber cuánto estamos dispuestos a aprender, a conocer, a ceder, a otorgarle el lugar que le corresponde a los pueblos indígenas, más allá de condenas y declaraciones, para que efectivamente no siga habiendo más Jaime Mendoza Facundo Collio, Alex Lemún ni Matías Catrileo.

La responsabilidad es de TODA nuestra sociedad. Ese es el desafío!

El sueño del Pongo

Por: Loderana Fernandez


Un hombrecito se encaminó a la casa-hacienda de su patrón. Como era siervo iba a cumplir el turno de pongo, de sirviente en la gran residencia. Era pequeño, de cuerpo miserable, de ánimo débil, todo lamentable; sus ropas viejas.

El gran señor, patrón de la hacienda, no pudo contener la risa cuando el hombrecito lo saludo en el corredor de la residencia.

- ¿Eres gente u otra cosa? - le preguntó delante de todos los hombres y mujeres que estaban de servicio.

Humillándose, el pongo contestó. Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de pie.

- ¡A ver! - dijo el patrón - por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas sus manos que parece que no son nada. ¿Llévate esta inmundicia! - ordenó al mandón de la hacienda.

Arrodillándose, el pongo le besó las manos al patrón y, todo agachado, siguió al mandón hasta la cocina.

El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus fuerzas eran sin embargo como las de un hombre común. Todo cuanto le ordenaban hacer lo hacía bien. Pero había un poco como de espanto en su rostro; algunos siervos se reían de verlo así, otros lo compadecían. "Huérfano de huérfanos; hijo del viento de la luna debe ser el frío de sus ojos, el corazón pura tristeza", había dicho la mestiza cocinera, viéndolo.

El hombrecito no hablaba con nadie; trabajaba callado; comía en silencio. Todo cuanto le ordenaban, cumplía. "Sí, papacito; sí, mamacita", era cuanto solía decir.

Quizá a causa de tener una cierta expresión de espanto, y por su ropa tan haraposa y acaso, también porque quería hablar, el patrón sintió un especial desprecio por el hombrecito. Al anochecer, cuando los siervos se reunían para rezar el Ave María, en el corredor de la casa-hacienda, a esa hora, el patrón martirizaba siempre al pongo delante de toda la servidumbre; lo sacudía como a un trozo de pellejo.

Lo empujaba de la cabeza y lo obligaba a que se arrodillara y, así, cuando ya estaba hincado, le daba golpes suaves en la cara.

- Creo que eres perro. ¡Ladra! - le decía.

El hombrecito no podía ladrar.

- Ponte en cuatro patas - le ordenaba entonces-

El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro pies.

- Trota de costado, como perro - seguía ordenándole el hacendado.

El hombrecito sabía correr imitando a los perros pequeños de la puna.

El patrón reía de muy buena gana; la risa le sacudía todo el cuerpo.

- ¡Regresa! - le gritaba cuando el sirviente alcanzaba trotando el extremo del gran corredor.

El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba fatigado.

Algunos de sus semejantes, siervos, rezaban mientras tanto el Ave María, despacio, como viento interior en el corazón.

- ¡Alza las orejas ahora, vizcacha! ¡Vizcacha eres! - mandaba el señor al cansado hombrecito. - Siéntate en dos patas; empalma las manos.

Como si en el vientre de su madre hubiera sufrido la influencia modelante de alguna vizcacha, el pongo imitaba exactamente la figura de uno de estos animalitos, cuando permanecen quietos, como orando sobre las rocas. Pero no podía alzar las orejas.

Golpeándolo con la bota, sin patearlo fuerte, el patrón derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillo del corredor.

- Recemos el Padrenuestro - decía luego el patrón a sus indios, que esperaban en fila.

El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar porque no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar correspondía a nadie.

En el oscurecer, los siervos bajaban del corredor al patio y se dirigían al caserío de la hacienda.

- ¡Vete pancita! - solía ordenar, después, el patrón al pongo.

Y así, todos los días, el patrón hacía revolcarse a su nuevo pongo, delante de la servidumbre. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo entregó a la mofa de sus iguales, los colonos*.

Pero... una tarde, a la hora del Ave María, cuando el corredor estaba colmado de toda la gente de la hacienda, cuando el patrón empezó a mirar al pongo con sus densos ojos, ése, ese hobrecito, habló muy claramente. Su rostro seguía un poco espantado.

- Gran señor, dame tu licencia; padrecito mío, quiero hablarte - dijo.

El patrón no oyó lo que oía.

- ¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado u otro? - preguntó.

- Tu licencia, padrecito, para hablarte. Es a ti a quien quiero hablarte - repitió el pongo.

- Habla... si puedes - contestó el hacendado.

- Padre mío, señor mío, corazón mío - empezó a hablar el hombrecito -. Soñé anoche que habíamos muerto los dos juntos; juntos habíamos muerto.

- ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo, indio - le dijo el gran patrón.

- Como éramos hombres muertos, señor mío, aparecimos desnudos. Los dos juntos; desnudos ante nuestro gran Padre San Francisco.

- ¿Y después? ¡Habla! - ordenó el patrón, entre enojado e inquieto por la curiosidad.

- Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro gran Padre San Francisco nos examinó con sus ojos que alcanzan y miden no sabemos hasta qué distancia. A ti y a mí nos examinaba, pensando, creo, el corazón de cada uno y lo que éramos y lo que somos. Como hombre rico y grande, tú enfrentabas esos ojos, padre mío.

- ¿Y tú?
- No puedo saber cómo estuve, gran señor. Yo no puedo saber lo que valgo.

- Bueno, sigue contando.
- Entonces, después, nuestro Padre dijo con su boca: "De todos los ángeles, el más hermoso, que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro ángel pequeño, que sea también el más hermoso. Que el ángel pequeño traiga una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de chancaca más transparente".

- ¿Y entonces? - preguntó el patrón.
Los indios siervos oían, oían al pongo, con atención sin cuenta pero temerosos.

- Dueño mío: apenas nuestro gran Padre San Francisco dio la orden, apareció un ángel, brillando, alto como el sol; vino hasta llegar delante de nuestro Padre, caminando despacio. Detrás del ángel mayor marchaba otro pequeño, bello, de luz suave como el resplandor de las flores. Traía en las manos una copa de oro.

- ¿Y entonces? - repitió el patrón.
- "Angel mayor: cubre a este caballero con la miel que está en la copa de oro; que tus manos sean como plumas cuando pasen sobre el cuerpo del hombre", diciendo, ordenó nuestro gran Padre. Y así, el ángel excelso, levantando la miel con sus manos, enlució tu cuerpecito, todo, desde la cabeza hasta las uñas de los pies. Y te erguiste, solo; en el resplandor del cielo la luz de tu cuerpo sobresalía, como si estuviera hecho de oro, transparente.

- Así tenía que ser - dijo el patrón, y luego preguntó:

- ¿Y a ti?
- Cuando tú brillabas en el cielo, nuestro Gran Padre San Francisco volvió a ordenar: "Que de todos los ángeles del cielo venga el de menos valer, el más ordinario. Que ese ángel traiga en un tarro de gasolina excremento humano".

- ¿Y entonces?
- Un ángel que ya no valía, viejo, de patas escamosas, al que no le alcanzaban las furzas para mantener las alas en su sitio, llegó ante nuestro gran Padre; llegó bien cansado, con las alas chorreadas, trayendo en las manos un tarro grande. "Oye viejo - ordenó nuestro gran Padre a ese pobre ángel -, embadurna el cuerpo de este hombrecito con el excremento que hay en esa lata que has traído; todo el cuerpo, de cualquier manera; cúbrelo como puedas. ¡Rápido!". Entonces, con sus manos nudosas, el ángel viejo, sacando el excremento de la lata, me cubrió, desigual, el cuerpo, así como se echa barro en la pared de una casa ordinaria, sin cuidado. Y aparecí avergonzado, en la luz del cielo, apestando...

- Así mismo tenía que ser - afirmó el patrón. - ¡Continúa! ¿O todo concluye allí?

- No, padrecito mío, señor mío. Cuando nuevamente, aunque ya de otro modo, nos vimos juntos, los dos, ante nuestro Gran padre San Francisco, él volvió a mirarnos, también nuevamente, ya a ti ya a mi, largo rato. Con sus ojos que colmaban el cielo, no sé hasta qué honduras nos alcanzó, juntando la noche con el día, el olvido con la memoria. Y luego dijo: "Todo cuanto los ángeles debían hacer con ustedes ya está hecho. Ahora ¡lámanse el uno al otro! Despacio, por mucho tiempo". El viejo ángel rejuveneció a esa misma hora; sus alas recuperaron su color negro, su gran fuerza. Nuestro Padre le encomendó vigilar que su voluntad se cumpliera.

EL MISMO TRONCO

Los actuales candidatos a la presidencia de Chile tienen un pasado en común. Su origen familiar está conectado a la base de quienes conformaron la sociedad ilustrada, en su mayoría inmigrantes españoles llegados a Santiago y a la zona central del país durante la Colonia. Frei, Piñera y Enríquez-Ominami tienen lazos con esas familias tradicionales.

Escribe: MARCO SILVA, CON LA COLABORACIÓN DEL HISTORIADOR DANIEL ALARCÓN

SEBASTIAN Y MARCO
Los matrimonios que permiten el nexo sanguíneo entre los candidatos comienzan a registrarse a mediados del siglo 18. En el caso de Piñera y MEO, su parentesco tiene una data de más de 180 años. El matrimonio de Bonifacio Correa Corbalán con María Albano Vergara tuvo varios hijos. Entre ellos, Bonifacio Correa Albano, que es la línea ancestral del apellido Echeñique de Sebastián Piñera.

Por su parte, la hija del matrimonio, María Jesús Correa Albano, representa la línea Gumucio de MEO. María Jesús contrajo matrimonio con Diego Vergara Albano, acaudalado terrateniente, quien fue regidor, diputado y senador por Talca. La familia Albano tiene importancia histórica por haber sido la tutora de Bernardo O'Higgins durante su infancia.

La hija de María Jesús y Diego fue Gertrudis Vergara Correa, quien fue la primera en casarse con el linaje de los Rafael Gumucio que impera en la familia materna de MEO.

Su hijo mayor, Rafael Luis Gumucio Vergara, nacido en 1877, figura como diputado por el mismo distrito de Enríquez-Ominami en dos períodos, entre 1915 y 1921. Luego por Valparaíso entre los años 1921 y 1924, y más tarde por Santiago, lo que lo llevó a ser presidente de la Cámara, cargo al que renunció luego de serios conflictos con el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo. Fue detenido y exiliado, y en Bélgica murió su mujer, Amalia Vives. Al volver al país fue electo senador por Santiago, en 1931. Conservador -presidente de su partido-, se abrió a dialogar con los jóvenes de su colectividad, entre los que se contaban su hijo Rafael Agustín y Eduardo Frei Montalva.

Gumucio Vives fue diputado (1955-1965) y luego senador (1965-1973) por Santiago y fundador del MAPU y de la Izquierda Cristiana. Es el abuelo de MEO.


EDUARDO Y SEBASTIAN
En el caso del parentesco de Frei con Piñera, los une un antepasado común: Antonio Núñez de Pineda y Bascuñán (1701-1778), capitán, maestre de campo y nieto del autor del célebre relato Cautiverio feliz y razón individual de las guerras dilatadas del Reino de Chile.

La historia familiar liga los apellidos maternos Ruiz-Tagle y Echeñique, pasando por una historia de 250 años. Entre esos antepasados en la tercera generación por la rama Ruiz - Tagle, se encuentra María del Carmen Alcalde y Bascuñán, casada con Miguel Antonio Irarrázaval y Solar (1767-1831). Él fue presidente de la Junta Patriota de Illapel, en 1818; y jefe de las fuerzas que marcharon contra O'Higgins en Coquimbo, en 1823.

Entre sus hijos están Ramón Luis, José Miguel y Rosa Irarrázaval Alcalde. El primero llegó a ser ministro, diplomático y vicepresidente de Chile en el gobierno de Prieto, presidente de la Cámara de Diputados, de la Corte Suprema y embajador en el Vaticano. José Miguel fue senador por Coquimbo y Santiago, fue diputado por Illapel, cuna del origen familiar.


EDUARDO Y MARCO
La relación Frei - MEO se halla en el origen familiar común del matrimonio de Diego Prado y Carrera con María Tomasa Rojas y Barrera, cuyos hijos Diego y Francisca Prado Rojas figuran como ancestros por el lado materno de Eduardo Frei Montalva, y por la familia materna de MEO (por el apellido Rivas).

Un gran personaje en esa historia familiar es Manuel Rivas Vicuña, diputado por Curicó en varios períodos y ministro de Arturo Alessandri Palma, Ramón Barros Luco y Emiliano Figueroa. También está emparentado con Francisco Ramón Vicuña y Larraín, que ejerció la presidencia interina de Chile en 1829, en reemplazo de Francisco Antonio Pinto, en medio de la guerra civil entre pipiolos y pelucones.

En el bando revolucionario hay un antepasado de Eduardo Frei: Francisco Ruiz-Tagle Portales, hermano de su tatarabuelo Juan de Dios, quien también fue presidente provisional de Chile, en el convulsionado 1830.


EDUARDO, MARCO Y SEBASTIAN
El matrimonio entre José Miguel Echeñique Gandarillas y Mercedes Correa Errázuriz es una historia que aúna a las ramas Echeñique, Ruiz-Tagle y Gumucio. Este antepasado común fue escritor y periodista, diputado por Cauquenes y Constitución entre 1897 y 1900, y más tarde por Concepción y Talcahuano por el Partido Conservador.

Conflicto Mapuche Recargado


Comunicado a la opinión publica nacional e internacional.

Escribe:
Juan Carlos Millanao y
Marco Mauricio Millanao
Hablando desde la Carcel

En primer lugar, nos quisiéramos referir a la dolorosa perdida de nuestro hermano Mapuche Jaime Facundo Mendoza Collío de Ercilla. Una vez más a todos ustedes pu peñi y pu lamuen de distintos lugares del nag mapu, lamentamos estos últimos sucesos ocurridos con nuestro peñi asesinado por luchar por una causa digna, el derecho a seguir viviendo como pueblo y además luchando principalmente por la recuperación de tierras que por milenios de años han sido de los kuibikeche mapuche y que hoy esta nueva generación de jóvenes mapuche manifiestan en su legitimo derecho la recuperación de sus espacios territoriales que de por vida han sido nuestras. El pueblo Mapuche otra vez ha sido golpeado por el invasor imperialista, representado y gobernado por autoridades chilenas.

En segundo lugar, pu peñi, pu lamuen, quiero decirle, que el día domingo 16 de agosto (2009), siendo las 07: 45 hrs. a.m. fui (yo Juan Carlos Millanao) arrestado por carabineros de Chile cuando presenciaba el funeral de mi suegro, padre de mi señora esposa y abuelo de mis hijas. Esta detención me toma de sorpresa y más aún con grandes acusaciones (por quema de una cabaña y por que se piensa que somos dirigente de la Coordinadora Arauco Malleco), la verdad que me culpan de estas situaciones que no tengo idea.

Hacen allanamiento de nuestras casas, sin ninguna orden de detención, ni siquiera con una autorización del tribunal competente, donde nosotros pudiéramos tener la claridad de nuestra detención. Toman preso a varios peñi de mi comunidad “Pascual Coña” del lugar de Lleu – Lleu, principalmente a nosotros nos atacan mas represivamente tanto a mi persona como también de mi primo Marco Mauricio Millanao. Tan extraña es esta detención, nos preguntamos ¿Será por que fuimos dirigentes de nuestra comunidad, en donde tratamos de sacar adelante dignamente esta comunidad “Pascual Coña”?, o será, por que estábamos a días de decir la verdad, de la extraña compra de Tierra que la CONADI les hice a unos pocos comuneros de nuestra comunidad.

Esta situación nos agobia, nos indigna, siendo que creíamos que las cosas se solucionarían conversando con las autoridades pertinentes (en el caso de la CONADI) y sobre todo en el gobierno de la concertación, creíamos en las transparencias. Sin embargo, esta represión evidentemente a nuestro juicio, nos deja convencido, que es para tapar las malas prácticas de compras de Tierras que ha realizado la CONADI en diversos territorios. Pero no los cabe duda, que es un montaje para culparnos de algo (…) que ni las autoridades han sido capaces de resolver socialmente y jurídicamente en los últimos tiempos.

Finalmente, debemos decirle que nos sentimos con una tremenda impotencia, aquí encerrado en una cárcel, donde jamás nos imaginábamos estar. Siempre he tenido la convicción de nuestra justa causa y legítimo derecho a ser tomados en cuenta, a reclamar por nuestras tierras, el territorio mapuche. Aquí encerrado, cada momento nos sentimos mas decepcionado con las autoridades y el Estado que encierra en una cárcel a las personas que reclaman sus derechos y de esa forma acallar al pueblo Mapuche. Por eso les comunico a todos ustedes, que siempre debemos decir marrichi weo, si a unos pocos los encarcelan, siempre habrán más mapuche que alcen sus voces. Por último decir, que si hay algunos defensores de nuestra gente, que puedan sacarnos de este encierro injusto, mi familia estará conforme, por que ellos dependen de nuestro trabajo (dedicado por mucho tiempo al rubro de artesano tradicional) que es digno, donde luchamos en el día a día para alimentarme, tampoco tenemos tierras para autoabastecernos de una agricultura de sobre vivencia digna y en donde mi familia pueda trabajar.

Atentamente,

Juan Carlos Millanao y Marco Mauricio Millanao
Comunidad Mapuche “Pascual Coña” del Sector Lleu – Lleu

Declaración de historiadores en apoyo al pueblo mapuche

Por: Gonzalo Villouta Stengl

DECLARACIÓN PÚBLICA

Con dolor e indignación, los historiadores e historiadoras que suscribimos esta
declaración, constatamos que la interpelación que le hiciéramos a la Presidenta de la
República, Michelle Bachelet, en enero de 2008, en torno a acoger las demandas históricas
del pueblo mapuche no sólo no ha sido escuchada, sino que, por el contrario, el cerco
represivo y mediático se ha intensificado. Prueba de ello es el asesinato el miércoles 12 de
agosto del joven comunero mapuche Jaime Mendoza Collío. Queremos, en consecuencia,
ratificar ante el pueblo chileno y la comunidad internacional lo señalado hace un año y
medio atrás.

1. Rechazamos la militarización del Gulumapu (territorio histórico del pueblo
mapuche), la instauración de un régimen permanente de vigilancia y terror policial,
el encarcelamiento y procesamiento de comuneros mapuches y el cobarde asesinato
de Jaime Mendoza Collío.

2. Consideramos que situaciones de esta naturaleza tienen una larga génesis histórica,
que arrancó con el proceso de conquista y ocupación militar de la Araucanía por las
huestes españolas en el siglo XVI, cuando empezó el proceso de usurpación de las
tierras indígenas. Si bien la resistencia mapuche logró contener durante los siglos
coloniales y en las primeras décadas republicanas el avance invasor, durante la
segunda mitad del siglo XIX, a medida que el Estado nacional chileno se
consolidaba, nuevamente la clase dominante fijó sus ojos en esos territorios,
desplegando la mal llamada “Pacificación de la Araucanía”, que culminó con el
despojo violento de las tierras del pueblo mapuche y su confinamiento en
reducciones que han perpetuado su pobreza, marginación y discriminación hasta
nuestros días.

3. Desde entonces la lucha de los mapuches por recuperar sus tierras ancestrales no ha
cesado aunque se ha manifestado de manera diversa y ha conocido avances y
retrocesos según los momentos históricos. Comenzando con la constitución de las
primeras organizaciones mapuches (mutualistas y culturales) a comienzos del siglo
XX hasta las actuales recuperaciones de tierras, pasando por la participación en
partidos políticos, el levantamiento de Ranquil de 1934 (en alianza con campesinos
pobres chilenos) y las “corridas de cerco” de los años de la Reforma Agraria, se
puede observar una notable continuidad histórica en las demandas de tierra, justicia
y libertad de este pueblo.

4. En los últimos años las reivindicaciones históricas mapuches han sido enfrentadas
por el Estado de Chile de manera esencialmente judicial y policial, criminalizando
sus luchas y negándose al reconocimiento de su autonomía como pueblo. Esto se ha
traducido en una creciente militarización de la Araucanía, la aplicación de la Ley
Antiterrorista, heredada de la dictadura militar, y el cerco mediático oficial respecto
de la realidad que se vive en ese territorio.

5. Los principales agentes del Estado, al igual que las autoridades regionales y locales
de la Araucanía, los partidos políticos representados en el Parlamento, las
organizaciones empresariales y la mayoría de los medios de comunicación social
han patrocinado o avalado esta ofensiva represiva contra las comunidades
mapuches, guardando un silencio cómplice o deformando groseramente lo que está
ocurriendo.

6. Esta situación requiere un drástico cambio de política del Estado de Chile, que debe
asumir un reconocimiento pleno de la diversidad de pueblos originarios existente en
nuestro país, lo que implica, entre otros puntos, la autonomía política de las
comunidades indígenas, la devolución de sus tierras arbitrariamente usurpadas en
base al “derecho de Conquista” y el pleno respeto de los Derechos Humanos de sus
integrantes.

7. Frente a la justicia de las demandas históricas del pueblo mapuche y teniendo
presente el actual escenario represivo que el Estado chileno ha configurado en la
Araucanía, manifestamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo mapuche
y advertimos a las autoridades de gobierno que la violencia desatada por la policía
en la región sólo legitima el derecho a la autodefensa de aquellos históricamente
agredidos.

Santiago de Chile, 19 de agosto de 2009.


Sergio Grez Toso, Universidad de Chile.
Igor Goicovic Donoso, Universidad de Santiago de Chile.
Julio Pinto Vallejos, Universidad de Santiago de Chile.
Jorge Pinto Rodríguez, Universidad de La Frontera (Temuco).
Patrick Puigmail, Universidad de Los Lagos (Osorno).
Milton Godoy Orellana, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, Universidad Diego Portales.
Augusto Samaniego Mesías, Universidad de Santiago de Chile.
Margarita Iglesias Saldaña, Universidad de Chile.
Alberto Díaz Araya, Universidad de Tarapacá (Arica).
Pablo Aravena Núñez, Universidad de Valparaíso.
Alejandra Brito, Universidad de Concepción.
Manuel Loyola, Universidad Católica Cardenal Raúl Silva Henríquez.
Pedro Rosas Aravena, Universidad ARCIS.
Luis Corvalán Márquez, Universidad de Valparaíso.
Nelson Castro, Universidad de Valparaíso.
Sergio Caniuqueo Huircapán, Comunidad de Historiadores Mapuche.
Luis Vitale Cometa, Universidad de Chile
www.yatiri.blogspot.com

martes, 11 de agosto de 2009

Las cosas tal y como son.

Escribe: Carmen Gloria Alfaro

Por supuesto que las cosas no ocurren siempre como nos gustaría. Hay momentos en los que nos parece que perseguimos algo que no nos está destinado, que nos estamos dando de bruces una y otra vez contra puertas que no se abren, que esperamos milagros que no llegan a suceder.

Menos mal que las cosas son así, pues si todo ocurriera como deseamos, en poco tiempo nos quedaríamos sin asunto para seguir escribiendo el guión de nuestra vida diaria. Dicho guión se nutre de nuestros sueños, pero, además, se impulsa con la energía de nuestra lucha. Y como sucede siempre con los guerreros que emplean su energía en el Buen Combate, hay ciertos momentos en los que es mejor relajarse, y creer que el Universo continúa trabajando por nosotros en secreto, aunque no lo lleguemos a entender.

Dejemos, por tanto, que el Alma del Mundo cumpla su misión, y cuando no nos sea posible ayudarla, la mejor manera de colaborar con ella es prestar atención a las cosas sencillas de la vida, como las puestas de sol, la gente que pasa por la calle, o la lectura de un libro.

De todas maneras, en muchos casos sigue pasando el tiempo y no termina de ocurrirnos nada excepcional. Pero el verdadero guerrero de la luz continúa creyendo. A la manera que tienen los niños de creer.

Y, como cree en los milagros, los milagros empiezan a ocurrir.

Como está seguro de que su pensamiento puede cambiar su vida, su vida empieza a cambiar.

Como está seguro de que encontrará el amor, el amor termina apareciendo.

De vez en cuando, se decepciona. A veces se hace daño.

Y entonces escucha cómo comentan: “¡Pero qué ingenuo es!”

Pero el guerrero sabe que merece la pena. Por cada derrota, cuenta con dos victorias a su favor.

En un interesante y minúsculo libro, El breviario de la caballería medieval, hay un texto que debe ser recordado en estos momentos de espera:

«La energía espiritual del Camino utiliza la justicia y la paciencia para preparar tu espíritu.

Este es el Camino del Caballero. Un camino fácil y, al mismo tiempo, difícil, pues obliga a dejar de lado las cosas inútiles, y las amistades relativas. Por eso, al principio, se duda tanto para elegirlo.

He aquí la primera enseñanza de la Caballería: borrarás lo que hayas escrito hasta el momento en el cuaderno de tu vida: inquietud, inseguridad, mentira. Y escribirás, en lugar de todo eso, la palabra coraje. Comenzando la jornada con esta palabra, y manteniendo la fe en Dios, llegarás adonde necesitas».

A pesar de todo, a veces seguimos esperando – con paciencia, resignación, coraje – y las cosas que nos rodean no se mueven. Pero como éste fue el camino que elegimos, es imposible que las bendiciones de la vida no estén trabajando a nuestro favor. Cabe, por tanto, una profunda reflexión sobre lo que conocemos como “resultados”: nuestro destino se está manifestando de una manera que no llegamos a comprender totalmente - ¡pero se está manifestando! Jorge Luis Borges escribió un cuento magistral sobre este asunto.

Describe el nacimiento de un leopardo que pasa gran parte de su vida en la selva africana, pero termina siendo capturado y llevado a un zoológico de Italia. A partir de entonces, el animal piensa que su vida ha perdido el sentido, y que ya no le resta sino esperar el día de su muerte.

Cierta mañana, el poeta Dante Alighieri pasa por aquel zoológico, mira al leopardo, y el animal le inspira un verso. Un verso entre los miles que componen La Divina Comedia.

Toda la lucha por la supervivencia que aquel leopardo trabó, fue para que pudiese estar aquella mañana en el zoológico e inspirase un verso inmortal, dice Borges.

Al igual que este leopardo, todos nosotros tenemos una razón – una razón muy importante – para estar aquí, en este momento, esta mañana.

Relajémonos, por tanto, y prestemos atención.

sábado, 1 de agosto de 2009

MADRE KIMAL - MADRE TIERRA

Escribe: Cecilia Pineda Guerrero

Hay actos cuyas motivaciones están más allá de las cotidianas necesidades. Quehaceres que el alma reclama en un horizonte de sucesos donde la belleza, el amor y el sentido de libertad son las razones de un acto.

Subir una montaña tiene que ver con esto, con la necesidad de recordar y rememorar que somos seres cuyo vehículo necesita algo más de que comer, de que vestir, es allí, cuando satisfacemos esas otras cosas cuando el acto se transforma en un rito y celebramos entonces con el universo.


En ese contexto con el conocimiento heredado de los ancestros, el primero de agosto, día de la tierra subimos la Kimal, la montaña que resume el principio femenino del lugar.

Madre Kimal en el día de la tierra caminamos tu carne para agradecer y pedir tus bendiciones a todos tus hijos y para tener a la distancia de una mirada, la belleza de nuestro desierto, y la certeza que a pesar de todo somos en lo más profundo hermanos.

Líderes para Chile

Escribe: John Parada

Una democracia sana requiere, con urgencia, la generación de nuevos y numerosos liderazgos en todos los ámbitos de nuestra vida política, económica y social. No es tarea fácil pues nuestro sistema político tradicional ha sido forjado para inhibir el liderazgo innovador igual que nuestro sistema económico tradicional ha sido forjado para inhibir el surgimiento de emprendedores competitivos.

Lo que necesitamos urgentemente es una revalorización y reinvención de la política como responsabilidad compartida entre todos por la construcción y el progreso de nuestras comunidades y desde ellas de un orden internacional más justo y vivible.

Los griegos llamaban "idiota" al "ausente de la ciudad", a quien se dedicaba exclusivamente a sus asuntos privados renunciando de hecho a su condición de ciudadano. Necesitamos estimular una ciudadanía activa que impulse las reformas exigidas para nuestro desarrollo democrático. Sin ella será imposible la renovación de la política. Tampoco podemos confiar sólo en los gobiernos y en la mejora de sus capacidades expertas porque lo que está en juego no es principalmente la calidad de las políticas públicas sino la necesidad de una práctica política democrática renovada. Nadie sabe muy bien cómo se hace eso, incluidos los expertos. Por eso necesitamos liderazgos que se pongan al frente de procesos de experimentación y aprendizaje social en todos los ámbitos de la existencia colectiva.

Necesitamos líderes capaces de formular visiones compartidas por audiencias cada vez más amplias, lo que exige en los líderes y sus equipos: 1.- la comprensión de los intereses a corto y largo plazo de un amplio espectro de actores sociales; 2.- una percepción afinada de los equilibrios implicados en los arreglos institucionales vigentes; 3.- conciencia suficiente de los impactos que las tendencias y fuerzas de cambio actuales y futuras pueden tener sobre la sociedad. Lo decisivo no es que la visión sea innovativa por que sí, sino que además conecte con los intereses y motivaciones de amplios sectores o audiencias.

Necesitamos liderazgos dotados de legitimidad, que es lo que permite que funcione una comunicación efectiva con las audiencias. Ello depende no tanto de las habilidades para comunicar como de haber alcanzado credibilidad. Tampoco depende de la detentación del poder (todos los líderes son detentadores actuales o potenciales del poder; pero no todos los detentadores del poder son líderes), sino de la credibilidad y confianza que inspiran, la cual no procede automáticamente de las cualidades personales, sino de un proceso de percepción de consistencia entre el discurso, las acciones y los resultados.

Necesitamos líderes capaces no de ahogar sino de enfrentar el conflicto positivamente, porque si éste no puede emerger tampoco lo hará la conciencia de los costos de mantenimiento del status quo. La democracia también es arena para la emergencia y el tratamiento civilizado del conflicto. Los líderes innovadores saben utilizar el conflicto como una oportunidad para el desarrollo y aprendizaje social. Lo hacen a través de la capacidad para convertir demandas, valores y motivaciones conflictivas en cursos de acción coherentes, que competirán en la arena política y social con otros alternativos. El cambio institucional genera conflicto no sólo entre actores sino el en el seno de un mismo actor. La incertidumbre inherente a todo verdadero cambio produce ansiedad, cuyo nivel debe acompañarse con el aprendizaje de nuevas pautas y la adquisición de nuevas seguridades. Si huir del conflicto puede evitar la reforma, el conflicto descontrolado puede generar un exceso de incertidumbre que puede traducirse en el rechazo del liderazgo.

Necesitamos, en fin, liderazgos catalizadores del proceso de aprendizaje y adaptación social. La clase de liderazgo capaz de catalizar el cambio institucional se plantea cuestiones y opciones difíciles cuyo enfrentamiento no tiene respuestas preestablecidas y plantea la necesidad de iniciar procesos de aprendizaje social. La capacidad para generar y conducir estos procesos es quizás la más sobresaliente del liderazgo requerido.

Esta labor de liderar, en absoluto está reservada a una elite reducida y selecta. Los líderes no nacen ni se fabrican en escuelas de lujo, sino que se hacen a sí mismos por la determinación de serlo. No hay ninguno de nosotros que en algún momento, en alguna situación, no pueda ponerse al frente y generar un proceso de aprendizaje positivo en su ámbito social. Ocupará entonces una posición de liderazgo, estará haciendo la política que necesitamos para el país y la democracia que soñamos.

De cada uno de nosotros depende hacer nacer una nueva democracia basada en este nuevo liderazgo emprendedor e innovador, y para eso debemos trabajar en conjunto y con mucho ahínco.


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¡Enfréntate a la vida!

Escribe: Isabel Carrion

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.

Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado... aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas... aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.

Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.

Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.

Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.

Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.

Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve...

Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlaran y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.

Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias... aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.

Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.

Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.

Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.

Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.

Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo...

No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.

Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.

Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.

Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.

Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla

La Palabras

Escrito Por:Mario Benedetti

“No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro
si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución”.

Prólogo del poeta de Valpo,Juan Cameron, a la Antología "El Mar de los poetas", próxima a aparecer bajo Ediciones de ed. Caliope

Escribir el mar
Juan Cameron

Hugo Montes lamenta la falta de antologías temáticas en nuestro país justamente en el prólogo de Los poetas del mar, selección publicada por la Editorial Andrés Bello en 1978. Con acierto el recopilador de El mar de los poetas nos presenta aquí más bien a autores vinculados a la imagen, o por semejanza, al inmenso océano que -para quienes nos ha acompañado desde la infancia- posee más que un motivo simplemente estético, una fuerza metafísica determinante y esencial. Es en esta comunión donde establezco como lector el afán de Fesal Chain por reunir en un solo cuerpo el trabajo de autores de tan distinta índole u origen y, al mismo tiempo, tan vinculados a esa monumental idealización.

En tal sentido el mar se torna en ese mundo otro, distante aunque siempre presente, que va junto a nosotros como ese valor opuesto justificado en el reflejo que nos da razón y existencia. El mar es un querer ser, un permanente imaginario percibido en la piel a cada instante. Por obra del recuerdo o de la palabra ha sido destinado a construir, en definitiva, un texto para acunarlo en toda su intensidad. Pero no lo poseemos, ni siquiera somos parte de aquel. A su lado, por un breve instante se nos entrega para cargarnos después con su infinita nostalgia; nada más.

Doce autores responden por su vinculación hacia este elemento en el presente trabajo. Julio Silva lo habita en el recuerdo junto a las imágenes de la infancia y sus primeras lecturas: “la mar gritaba mi madre, el mar mi padre,/mira Julio es el mar, nunca habías venido,/ la arena y los niños corriendo mojados,/ construyendo figuras, escapando al agua fría”. Es el mar de los pobres, es el balneario de Cartagena en los años 80 con sus pobres residenciales el que más tarde, en tierras lejanas, le acompaña como una imagen permanente: “Veía a Chile desde lejos y siempre,/ en todos los recuerdos estaba el mar”.

Gabriel Impaglione, el poeta argentino natural de Morón –ese hermoso lugar unido al Gran Buenos Aires en dirección al Santuario de Luján- refleja en sus textos el brillo de la superficie cuando esta esconde un mundo cargado de plata refulgente en sus profundidades: “El mar es una cinta que brilla en tu pelo” canta a su capitana, y de allí extrae la fuente de nácar, imagen de cuanto es valioso y resplandeciente a la vez.

El poeta Raúl Ocaranza, natural de Copiapó y crecido en Puerto Viejo, une mar y poesía en tanto forma y como expresión de sentimiento. La imagen de la amada es como el mar, cuando no es el mar mismo: “Tus ojos los pinto/ con el brillo del sol/ en el agua”, declara; y luego: “mi mar es una mujer/ enamorada/ que me abraza con olas/ y me desea con marejadas”. En cambio Marcelo Valdés, “poeta del mar sin casa en la playa ni lancha a motor”, como se presenta, es el fonema y la aliteración, y también el registro de una mítica Cartagena o de los asesinados por la dictadura su más estrecho vínculo. Pero el paso de la memoria es fantasmal, descubre; “y por tanto,/ y debido a todo lo anterior,/ sólo queda remar”, nos dice.

Y hay poetas que intentan habitar ese mundo; o lo desean. Para María Francisca Rivera tanto el mar como la costa integran el escenario sobre el cual ella se desplaza en una suerte de vuelo intuida por Bachelard en El aire y los sueños. El impulso amoroso la conduce entonces y “confundiéndose con el mar/ en el horizonte/ pasan cuatro caballos (…) se dibuja el quinto a distancia”. Michelle Valencia, por su parte se enfrenta a éste como a un poder superior que determina su mundo. Protegida en su refugio del insondable mar, nos dice, va hacia aquel sin embargo en busca de la entidad ausente: “me di un baño en el océano atlántico/ en la orilla de una playa desierta (…) y embriagada en sus suaves olas/ me fundí en sus aguas quietas”. Y la mexicana Zullette Andrade, para quien bucear y escribir nacen de una misma fuente, ve en los niños a quien ella enseña como maestra, como los habitantes de ese vasto océano “viviendo en palacios de papel/ y barquitos de periódicos”.

Curiosamente Juan Pablo Núñez, quien confiesa su negativa a leer poesía, declara también la intención de nadar una vez más en esas aguas para escribir, pues este es su único oficio: “¿Alguna vez les dije/ cómo terminará mi vida?/ Será en el mar de mis sueños,/ y así será”. Compromiso que en Mario Aguilar cobra vigencia histórica y oficia de testimonio: “Porque entre los abismos fantasmales del mar/ el mar como sarcófago y tumba/ se hallaban los rieles del tren/ que ataban los cuerpos de Marta y de Marcela”. Para Aguilar se trata de una entidad mayor donde yace el pasado, el presente y el futuro tanto de la historia personal como de la patria.

Pero este habitar cobra sentido en el poeta mexicano Mario Jaime, para quien nereidas y anémonas integran un mundo distinto, una naturaleza propia, tal vez con un dios y un sentido cosmogónico particular. Allí junto a una larva de pez transparentada conviven gelatinas pegajosas al color, guiños demoníacos, arcos y trapecios en un amoroso embotellamiento vial de flotación. Y para René Acevedo la simbolización tiene en cambio un sentido de dolor, de efectivo naufragio cuando no de nostalgia. Como una amante ya perdida, su imagen carga con los días perdidos ocultos ya en un fondo demasiado lejano para recobrarlos: “sé que en el mar se quedaron mi vida, mi corazón y mis sueños/ y que jamás habrá otro puerto ni otra playa/ otra lancha u otro bote/ que me hagan reflotar y sentir la calma”.

La contribución literaria de Fesal Chain en estas páginas cobra fuerza y rescata la vigencia poética de lucha en un canto de amor y de reconocimiento y en el significado que el océano Pacífico conlleva para lo popular, lo nacional y lo telúrico. Su voz nos remite a Pablo de Rokha: “cuando miro la roca que estalla/ sobre mi mar de Chile/ cuando miro a los pescadores/ que vuelven de la jornada/ popular y hambrienta/ del pescado barato y mal mirado”. El mar de Chile cobra para él importancia como símbolo y necesidad vital, ese mar “esmeralda en el día y negro como un/ subterráneo antinuclear/ de noche (…) que trae un suave olor a musgo/ en su movimiento perpetuo”.

Distintas formas de enfrentar este vacío concreto y desconocido a la vez nos ofrecen estos poetas. Y en tal medida la intención primaria del realizador, nuestro poeta Fesal Chain, la de evocar en uno solo la suma de todos los mares, está desde ya cumplida. Así al menos ha de apreciarlo el lector.

Chile es el país con más presos en Latinoamérica

Por: Loreto Soto


Un informe presentado por el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD) indicó que Chile es la nación latinoamericana con la tasa más alta de encarcelados con 318 presos por cada 100 mil habitantes, seguido por Panamá y El Salvador. Según la ONU, el progresivo aumento de los delitos en la región se explicaría, entre otras cosas, por la mala distribución del ingreso económico.

Que el sistema penitenciario chileno arrastra una profunda crisis hace varios años no es novedad. Sólo en el 2009 se han emitido una serie de informes de distintos organismos, tanto gubernamentales como internacionales que así lo han constatado. Y es que en un país donde la cultura del miedo está arraigada e, incluso, el flagelo carcelario es tema de programas en todos los canales de televisión abierta, no sorprenden las cifras que, nuevamente, indican que la situación ya no da para más.

Un informe presentado por el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD) indicó que Chile es la nación latinoamericana con la tasa más alta de encarcelados con 318 presos por cada 100 mil habitantes, seguido por Panamá y El Salvador.

Pese a lo alta que es esta cifra, mayor preocupación causan las pésimas condiciones de vida a las que están sujetos los presos en nuestro país. En junio pasado la Fiscal de la Corte Suprema Mónica Maldonado advertía sobre el panorama “inhumano, cruel y degradante” de los recintos penitenciarios.

En una parte del texto la jurista describía que "la situación de hacinamiento se ve agravada por el hecho que los internos permanecen encerrados en sus celdas por espacio de quince horas diarias, en celdas abarrotadas, que por lo general carecen de servicios higiénicos, y de la adecuada ventilación y luz, Además, se apreciaron pésimas condiciones de higiene, con grandes cantidades de basura acumulada en tarros, desperdicios y fecas, en la calle donde tiene salida los internos y donde reciben su alimentación, exceso de humedad y servicios higiénicos insuficientes".

A este lapidario diagnóstico se sumó el informe redactado por Amnistía Internacional que indicaba que, pese a los avances que ha tenido Chile en materia de derechos humanos, la situación carcelaria y el conflicto mapuche continúan siendo la piedra en el zapato para poder dar un verdadero salto en esta materia.

Pero la situación de Chile no es tan distinta a la del resto de Latinoamérica. De acuerdo al texto de la Ilanud, que recoge información del año 2008, El Salvador, Uruguay y Brasil están también entre los cinco primeros puestos, con 258, 231 y 226 presos por cada 100 mil habitantes, respectivamente. En tanto, Bolivia, tiene una tasa de 85 reos, siendo el país con menos reclusos del continente.

Para el director de la institución, Elías Carranza, el aumento en los delitos y las altas tasas de encarcelados en la región tienen una relación directa con la inequidad de la distribución del ingreso económico de la región. Tesis que calzaría precisamente en Chile, que además es uno de los países donde existe la mayor tasa de desigualdad del ingreso a nivel mundial.

“Con la justicia penal hay que solucionar los problemas penales, pero cuando tenemos más del 50 por ciento de pobreza no podemos resolver los problemas sociales con justicia penal. Latinoamérica necesita justicia social en vez de más cárceles indignas, donde prevalece el castigo, la insalubridad y el hacinamiento, y donde se han duplicado en los últimos años las tasas de reclusión penitenciaria” afirmó Carranza.

Problemas sociales, que en el caso de Chile quedan graficados en la aprehensión, durante esta semana, de un menor de sólo diez años por el robo de un auto y que, además, encabezaba una banda de delincuentes.

Más allá de los problemas de estructura

En su diagnóstico la Fiscal de la Corte Suprema, afirmaba que el sistema carcelario "está en crisis" y que Gendarmería y el Ministerio de Justicia son los llamados a hacerse cargo de esta realidad, que, a su juicio, ha empeorado progresivamente en los últimos años.

Sin embargo, la compleja implementación de la Reforma Procesal Penal parece frenar los problemas estructurales del sistema. Sin ir más allá, con la Reforma Penal Adolescente – parte clave del sistema – aún no se ha logrado vislumbrar resultados concretos en su principal objetivo: la rehabilitación y reinserción laboral de los jóvenes que cometen delitos.

Desde Servicio Nacional de Menores (Sename) - organismo encargado de llevar a cabo la modificación – surgieron una serie de suspicacias respecto de la puesta en marcha de este sistema. Alegaban falta de personal capacitado e infraestructura para acoger la demanda que le imponía esta nueva disposición. Sin embargo, estas peticiones aún no han sido escuchadas y tuvo, durante esta semana, paralizado el servicio una vez más.

Una alternativa posible

El informe de Ilanud hizo referencia, además, a los sistemas penitenciarios de Costa Rica y la República Dominicana como los mejores de la región gracias a la elevada formación de todos sus funcionarios, la estabilidad profesional que se ofrece a los trabajadores y la interrumpida continuidad del programa de reforma del sistema.

A diferencia de lo que ocurre en el resto América Latina, donde el sistema carcelario colapsa por el hacinamiento y la violencia, en Costa Rica se implementó hace tres décadas una forma de hacer las cosas con una "visión humanista" que, hasta el momento, ha dado excelentes resultados, tal como lo han constatado las entidades internacionales.

El sistema de prisiones costarricense, que alberga a poco menos de 8 mil presos, está basado en el respeto de los derechos humanos y la observancia de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución, así como el diálogo, la integración al trabajo o el estudio.

De hecho, alrededor del 70 por ciento de la población carcelaria del país centroamericano está integrada a la vida laboral, ya sea en tareas agrícolas, como producción de alimentos granos, legumbres o frutas, que abastecen al sistema penitenciario mismo, o en otros oficios.

Una alternativa que podría suplir el exceso de población en las cárceles y que podría contribuir a concretar su objetivo principal: la rehabilitación y la reinserción laboral.