viernes, 7 de marzo de 2008

Escribe: Monica Valentina




AMERICAN BEAUTY
Si bien es cierto que San Pedro es una comarca que enlaza más de 30 parajes que dicen ser espectaculares, es un sucio pueblo de mierda.


A lo Belleza Americana, vuelan los papeles con caca, mientras que la Municipalidad ha decidido sacar todos los basureros de las calles porque se los roban, al igual que los escaños. Sólo en la plaza puedes sentarte y sólo allí descargar tus bolsillos de envases de dulces y papeles con moco.


La Alcaldesa, india pobre, pero fascista (curiosa mezcla incomprensible), ha decretado, por ley, que el expendio de bebidas alcohólicas está permitido hasta las 24 hrs. en botillerías y hasta la 1 hrs. en restoranes; siendo, a esa hora, obligatorio el cierre de todos los locales del pueblo.



Prohibidos están los bares, forzando a los garzones a embutirte unas pizzetas rancias, frías y duras con cada trago que te sirven.


Prohibidas están las fiestas particulares y prohibido está también bailar. La no aislación acústica apropiada, no permite disfrutar de un desarticulado Meneaíto. Pese a esto, siempre hay rebeldes quienes, disimuladamente y muy de a poco, comienzan a llevar el ritmo con el pulgar.



Si a este lo siguen la cabeza y la pantorrilla, alerta a los encargados, obligándolos precipitadamente a cerrar puertas, persianas y cualquier rendija por donde pueda colarse el inquisitivo ojo de la fuerza pública y detectar el baile delictual.



Tal es el miedo de quienes se arriesgan a la multa bailarina que, en las puertas de cada baño, han colgado un cartel, desvergonzadamente gráfico, que prohíbe, también, la paraguaya, ya que, entre la música y la calentura, se exponen al riesgo de que terminen bailando.




Cándidos Minerales


Me he venido un poco lejos, en busca del anonimato. Quiero que, de mí, sólo sepan mi nombre y poder, incluso, decir que este es otro.


He venido un poco lejos a darme baños de géiser, a jugar en la luna y transitar por la muerte.


Acá la gente, en su mayoría orates y drogodependientes, dice que el litio está en el aire. Que sanos, enfermos e hipocondríacos, tienen el mismo derecho a respirarlo y aunque este tipo de ingerencia no me convence del todo, me gusta creer que, lejos del bromo y el yodo, exista otro mineral que, brindándoseme tan generosamente como el éter, esté dispuesto a neutralizarme.



Y es que los minerales, a diferencia de los humanos, nunca pierden las esperanzas del saneamiento y, como tales, mantienen la cándida ilusión que la mente es un elemento llevadero. Como carecen de hipotálamo, nada saben de sus laberintos, tramoyas y escondites y, fiándose de la alquimia y resistiéndose ante sus fracasos, insisten en su eficiencia.


Yo todavía creo en ellos; son parte de mis colaboradores más antiguos y van conmigo a todas partes. Aún no logran neutralizarme, pero yo soy cándida también y aún no pierdo la ilusión de su eficacia.




Fotos y Timaciones


Creo que fue Moisés quien inventó la publicidad. Eso de agarrar el micrófono y promocionar algo que los demás desconocen, no es cuento nuevo.
Las tablas de los diez mandamientos fueron lanzadas al estrellato de la misma manera que Mc Donald presenta su cajita feliz.


A cambio de tiempo, Mc Donald te asegura el colesterol y la hipertensión arterial. A cambio de sexo y otros placeres, Moisés te promete la vida eterna; una existencia ñoñamente perenne, en la que el vino se te escurre entre los dedos antes de poder beberlo y, mientras no ames, no fornicarás. ¿no fornifuckingcuá??!! (ejem, quois).


La desventaja del tartamudo (Moisés lo era) es que no contaba con la magia de la fotografía. No así su exitoso descendiente Jesucristo, quien, al menos y sin saberlo, logró estampar su rostro, ya inherte, en un manto que hubiese sido una excelente arma para su campaña electoral.


Si su slogan “Juntos Podemos” hubiese ido acompañado con una foto del Paraíso al puro estilo de un ClubMed, no se lo habrían cagado.
Para los que no leen ni saben escuchar, con sólo ver la foto, se habrían enrolado a terminar en ese lugar (sobre todo si creen que llegarán a viejos y seguramente solos).


La fotografía, de micro a macro, te muestra un mundo entero en dos dimensiones. Quienes la toman, hacen de la imagen, una ilusión óptica en la que, jugando con colores y geometría, te hacen creer que la verdad de Cristo era la real cuando hablaba del Paraíso.


Las fotos de las excursiones de este pueblo son una estafa. Logran timarte. Pagas por ver las obras del Photoshop y lo haces encantado. Recorres horas por caminos polvorientos, de calamina y hoyos, llegando con los órganos en la mano, agotado, apunado y ansioso, a un lugar con otros colores, sin reflejos ni juegos de contraste.


Visitas el sitio anhelando exclamar “oooooooooooooOOOOOOOOOOOOOoooooooohhhhhhh!!....”,
pero desencantadamente dices “Bhhhhuuuuuuuuuhhhhh...”




PERROS Y CANAS


¿Has visto a Jopi?
Me preguntó un jonkee esta mañana.
¿Jopi?! Pensé. Con ese apodo no creo que me haya perdido nada.
¿Cuán ridículo puede ser Jopi para que le hayan puesto así? y ¿cuán pelotudo para aceptar que así lo sigan llamando?
¿Jopi?! ¿y cuál es ese?
Uno rucio, chascón, re agujón.
Rucio, chascón, re agujón. Otro cuico rebelde arrancando de su pasado, pensé. De esos cuicos que se esfuerzan en ser más pelusones que los lanzas, que hablan el coa y que sus peos son bailables y aplausibles.
Mmmh… no… no lo conozco.
Sí, si lo tení que cachar, siempre está en esta esquina.
Ah, es el medio partido, pensé. Son tres las posibilidades: dealer, vagoneta o ambas.
Anda siempre con el Estuche. ¡Al Estuche sí que lo cachai?!
¿Y cuál es ese, por favor?!
Uno negro, flaco, con cara de pena, que anda siempre macheteando.
Puta los amiguitos! Pensé. Y así dicen que uno es mañosa.
No, no he tenido el placer de conocerlos.
No flaca, si es imposible que no cachí al Estuche. Es el machetero trípode.
¿Trípode? Esa palabra me descolocó un poco. O es un pornostar en potencia o tiene cola. Que no tenga cola, que no tenga cola. Talvez no es ni tan chanta. Talvez es el morenazo coqueto que me pidió fuego. Tiene toda la pinta de ser trípode.
¿Dices que le falta una pata o que tiene una extra?
No hizo falta que me contestara para darme cuenta que mi pregunta era un poco enferma. Ni siquiera tuve que terminar de decirlo para subir las cejas, entrar los labios y encogerme de hombros. ¿Cuándo aprenderás a callar?? Escuchaba desde adentro.
Ahí viene Jopi - me dice el jonkee.
Jopi! Claro que lo conocía. Es el perro rucio, chascón, re agujón que se echa en la mejor esquina y toma sol en la plaza, come restos de lomo y pastel de berenjena y es que este sí que sabe dónde pararse.
Tanta es la humanización de estas especies, que tienen sus propios calabozos. Con sus patitas derechas entintadas, impresas junto a su foto de frente y perfil, figuran todos los perros funados en las carpetas de registro de la policía local.
- Tu perro está en cana - me dijeron el otro día.
- ¿Pero cómo? Si la perrera sabe que el Choclo es mío!
- Usté sa'e po' mamita, sin collar, no hay pieda'
- ¡Puto collar! o mas bien, puto no collar! - me fui refunfuñando, mientras caminaba a la peni canina.
- VENGO A BUSCAR AL CHOCLO! - dije severamente al carcelario - USTEDES SABEN QUE EL ES MI PERRO Y QUE SE PORTA BIEN ¿DE QUE SE LE ACUSA?
- Se robó una empanada en el S&S y tuvo la desfachatez de comérsela frente al dueño!
- ¡ESE COLORÍN ES UN SINVERGÜENZA! ESTE FUE SÓLO UN ACTO JUSTICIERO - le dije.
Pero de nada sirvieron mis argumentos para la bajar la pena y tuve que pagar una multa de $ 4.500 para sacar a mi perro bobo, alicaído y con su patita derecha entintada, aclarando que esa empanada se la habían regalado... yo igual le creo...





escribenos a yatirisanpedro@gmail.com

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